Declarado Sitio Natural de Interés Nacional desde los tiempos de la II República, Estaca de Bares es el punto más septentrional de la península Ibérica. Aquí se encuentra la línea imaginaria que separa el Atlántico del Cantábrico.
Unos dos millones y medio de aves se encuentran en Estaca de Bares cada año, además de varias rutas migratorias de especies marinas y terrestres procedentes del Atlántico, el Mediterráneo y el Ártico. Sus acantilados, de hasta 100 metros de altura, dan lugar a paisajes impresionantes.
El Faro de Bares está situado a 101 metros de altura, tiene una altura de 33 metros, alcanza las 25 millas náuticas y está en funcionamiento desde 1850. Es uno de los pocos faros que todavía se encuentra habitado. Enfrente, la Illa Coelleira, que recibía en el medievo el nombre de cunicularia por la abundancia de conejos, es otro lugar privilegiado para contemplar el paso de aves migratorias.
Para acceder al Faro de Estaca de Bares, desde la carretera C-842 que une Ferrol con Viveiro, hay que tomar el desvío hacia el Porto de Bares. En esa misma carretera, un desvío a la izquierda llevará hasta el faro. Al final de la carretera hay un aparcamiento, desde donde habrá que acceder caminando.